Para todos los amantes del Camino de Santiago, o que tengan pensado hacerlo, el Monasterio de San Antón es una parada obligatoria cuando optas por el trayecto francés. Unas ruinas que merece la pena visitar y que guardan una gran historia detrás; y a las que se llega desde Hontanas; la siguiente parada está en Castrojeriz.
El monasterio de San Antón está situado en el despoblado de San Antón, una zona que formaba parte del municipio de Castrojeriz, en la provincia de Burgos, Castilla y León. Y fue fundado en el siglo XII (año 1146), por Alfonso VII fue conocido como real xenodoquio de San Antonio Abad. Aunque, cabe decir que las ruinas actuales son del siglo XIV.
Como decíamos, detrás de esta maravilla arquitectónica aún estando en ruinas, se encuentra una gran historia, y es que, en el siglo XII se fundó la orden de los Caballeros del Hospital de San Antonio, que abrieron diferentes hospitales a lo largo del Camino de Santiago. Unos centros que trataban algunas enfermedades contagiosas, pero sobre todo la conocida como Fuego de San Antón o el ergotismo, y curaban a los peregrinos durante su peregrinaje hacia Santiago. Y, este Monasterio, era uno de ellos…
De esta manera, la orden de San Antón cogió gran fama de milagrera ya que los peregrinos sanaban o mejoraban al llegar a Compostela…
Aunque en la actualidad solo queda en pie el arco que formaba el túnel (por dónde entraban y salían los peregrinos), se ha convertido en una parada obligatoria para todos los caminantes que se decantan por el Camino Francés…
Algunas curiosidades acerca del Monasterio de San Antón
Como el Monasterio estuvo durante años bajo la protección real, en él se podían ver algunos escudos reales tanto en la portada de la iglesia como en las claves de las bóvedas.
Además, el hospital fue en su día de gran importancia, ya que era la sede de la “Encomienda General de la Orden de San Antonio de los distintos reinos de la Corona de Castilla y Portugal, con más de veinte encomiendas dependientes (casas-monasterios-hospitales).” Según leemos en la Wikipedia. Estos monjes realizaban diversas ceremonias para bendecir algunos objetos como la cruz llamada Tau o Thau, el pan de San Antonio, u el vino santo, remedio del fuego. A estas ceremonias acudían muchos fieles.
Así, hoy en día podemos ver las ruinas del Monasterio, la cabecera de la iglesia… y cruzar la carretera por debajo del arco que todavía permanece en pie. En este vídeo que os dejamos, podréis ver una Reconstrucción del Monasterio en 3D, realizada por José Antonio Peñas Artero para la revista Muy Interesante.